Así estoy yo...Majara perdida

sábado, 10 de septiembre de 2011

No te rindas

Durante años pensé que carecía de la capacidad de quedarme con  los nombres y las caras de la gente.  En mi escalera éramos 12 vecinos. Yo sólo conocía el nombre correcto de tres, todos los demás eran apodos “Gutierrez Mellado” , “el mostacho” …conocía los apellidos, claro, mi madre y mi hermano los decían:
-          El Sr. Oxxxx, Gutierrez Mellado, nena - añadían para mi que jamás conseguí unir nombre real con cara – dice que….
Lo mismo sucedía con los conocidos de mi madre, su familia extensa, incluso más cercana…mi mente se bloqueaba y no conseguía reconocer a nadie.
Cuando empecé a trabajar, cara al público y con mogollón de gente entré en pánico el primer día cuando vi que mi compañera, y mi jefe saludaban por su nombre a todo el mundo; pocos meses después era mi jefe el que me preguntaba:
-          Oye, el Sr que vino el otro día a hacer tal o cuál operación…cómo se llamaba?
Y yo le contestaba el nombre, los dos apellidos y el número de cuenta… sonrío  al recordar mi asombro absoluto y cuánto tiempo me utilizó el jefe de ordenador central, quiero mucho a ese, mi primer jefe con el que todavía voy a tomar algo de ciento a viento….

Fue entonces, con 25 años que descubrí que yo no tenía ningún problema con nada. Mi mente es totalmente selectiva y no me acuerdo de quien no me interesa. Y ya. No tengo dudas al  recordar a los amigos de mis hijos (y tengo tres, y muy sociables), y con ellos a sus madres, padres e incluso alguna abuela, ningún problema con mis clientes (es mi trabajo y lo hago bien), recuerdo de corrido ex compañeros del cole, de la Uni, de la facultad, los amigos de mi hermano del colegio, de la laboral, de la cofradía. Cualquier ser humano que para mí signifique algo mi mente lo registra para siempre y al resto…al sumidero,   para qué lo necesito?

Pero eso a ella le da igual.  Se ha pasado toda mi vida haciéndome lo mismo. Ella, yo y cualquier desconocido/a para mi:
-          Ven, nena, ven, seguro que no te acuerdas de quién es…
-          …… (de más pequeña desesperada rebuscando en mi cerebro quién era el personaje, como en un juego de la tele, de más mayor con sonrisa de Mona Lisa) uhmmmmmmmmmmmmmmmm…………………..
-          Si es que no tiene nada de memoria – al personaje – hija, es que no tienes cabeza tu hermano siempre se acuerda de todo el mundo qué diferencia – a mi- es XXXXX cómo no vas a acordarte que te traía chupa-chups cuando tenias tres años y te decía guapa (aquí ella se reía, joer qué gracia, no?)
-          ……(roja como un pimiento de pequeña, sonrisa de Mona Lisa de mayor) uhmmmmmm…………………………..


Hoy he ido a verla a la residencia. La fisio me ha dicho que tranquila y la auxiliar ha acabado abrazándome mientras yo lloraba en su hombro.  Llevo llorando desde las ocho de la tarde, con el sentimiento que esta mujer va a acabar conmigo, que me  volverá loca, que me amargará el resto de mi vida y no se morirá jamás.
Mi madre es tóxica para mi.
Los demás la miran y ven a una ancianita desvalida que llora porque quiere estar conmigo, en mi casa,  y yo…yo debo ser lo peor, y a veces hasta me siento lo peor; pero cuando la miro sólo veo la última vez que repitió conmigo lo de “seguro que no te acuerdas de quién es”.
Le cundió, vive Dios, tuvo montañas de oportunidades de jugarlo. Incluso tres o cuatro veces yo fingí no reconocer a P-ito T. así con diminutivo y primer apellido, o a C. el hijo de S.
Un día entero, mañana y tarde.
El 10 de diciembre de 2003.
Miro a esa ancianita desvalida y la veo justo ese día sonriendo a los desconocidos/as  y me  veo a mi concentrada en la mueca con las peores sonrisas de Mona Lisa de la historia.
Ese día el escenario era el tanatorio.
Su hijo había muerto el día anterior.
A su hijo lo enterraban al día siguiente.

Su hijo, ese ser humano maravilloso y e infinitamente generoso por el que ahora mismo,  me jugaría todas mis primaveras  presentes, pasadas y futuras,  también era mi hermano…pero eso nunca cuenta, porque ha conseguido que el muerto sea sólo suyo, que ella perdió a su hijo coño, miradme a mi, que mi hijo nunca me hubiese hecho esto y tú, hija desagradecida,  no me quieres, porque no me llevas contigo a tu casa (para tenerte más puteada y enseñarte a hervir una patata que ni eso sabes hacer completo yo en mi mente).  Y mañana me traes a los niños. Hijo mío tú nunca me hubieses hecho esto.
Y yo me rompo.

Hay un poema de Benedetti,  que me serviría en esta situación, pero él jamás podrá leérmelo, ni siquiera en mi mente, no puedo convocarlo, el muerto ni siquiera es mío; yo quiero no estar tan sola con esta carga y que me quiera a pesar de todo con toda mi luz, menos brillante desde que él no está, y mis sombras:

Porque no estás sola, porque yo te quiero.
Pero no me oiré nunca....

Así que me repito a mi misma, con mi voz y escaso resultado: No te rindas 


3 comentarios:

Lou Perea dijo...

Perdió un hijo Niní, ni tú, ni ella sabréis nunca si ese hermano al que tanto añoras la hubiese llevado con él o no.
Tu madre es tóxica para tí, pero tú eres una buena hija, no la olvidas, la visitas y te ocupas y preocupas de ella.
Deja de llorar, las lágrimas no van a solucionar nada.
Eres buena hija, buena madre y la hermana que tu hermano quería.

Lou

* Gislofam * dijo...

Ríndete cinco minutos para perder el vértigo y remontarte el resto del camino Niní. Sólo una rendición diminuta, pequeña como un guisante para vaciar la toxicidad y renacer. Que ya es hora, cariño, ya es hora de respirar con pulmones nuevos...

Te quiero un horror, pero sé que lo sabes..

Ana, princesa del guisante dijo...

Llego tarde a leer tu entrada, no sé qué hacía yo el día 10...

Mi padre le preguntó a su madre, al ver a su hermana recién nacida, si era más importante un padre que un hermano (mi padre, entonces tenía 10 años). Él mismo respondió que, puesto que llevaban la misma sangre, sería más importante un hermano.

Existen las madres tóxicas... no te agobies. Ocúpate en llenar tu vida de aquellos a quienes quieres, y sobre todo, no olvides de donde vienes para no cometer sus mismos errores, así que dedícate a mirar única y exclusivamente a tus hijos y a dedicarles todo tu tiempo y todo tu amor, no puedes quitarles SU tiempo para dedicárslelo a una madre que sólo ve el hijo que no tiene y olvida a la hija que le queda.