Así estoy yo...Majara perdida

jueves, 9 de diciembre de 2010

2.557 días

El año pasado no tuve ganas de escribirte. Nuestras tietas se empeñaron en una carrera loca por llegar antes a veros (las entiendo, no creas) y todo fue confuso y  revelador.  Nuevamente nos encontramos los primos en hospitales, en tanatorios idénticos, en cementerios nevados en días fríos, y lloramos a mares, solos y en grupo, callados y ruidosos, por ellas, por ti, por los nietos tristes y los hijos huérfanos....y por las hermanas solas.

Mi vida es tan confusa...Me gustaría saber qué me dirías ahora, qué pensarías de mis desbarres, de mis disparates. A menudo pienso en llamarte.

Sabes? Ahora pesan menos los aniversarios, los cumpleaños, las fechas señaladas, los días especiales. Ahora duele la ausencia pura, ese nunca más que uno no entiende hasta que invade tu cotidianedad, ese no poder contar con la opinión, la mirada, la risa de otro, la complicidad momentánea. El dolor es algo traicionero y tramposo que se conjura en momentos idiotas como cada vez que pronuncio o escribo palabras comunes como verano, pies, sol,  mar, playa, nariz, piel o hermano, y me obliga a transitar por el lenguaje como una niña pequeña saltando baldosas para no pisar nunca la blanca sin pensar que tal vez la que baile esa vez sea la roja.

Sólo algo permanece inalterable. Todos los  días sigue habiendo un instante en el que me jugaría la primavera por tenerte delante.

Te quiero hermano.

lunes, 25 de octubre de 2010

Indignada

Esto he leido en el mundo sobre el atraco en Cambrils a una entidad bancaria que ha acabado con la vida de una jóven:


El suceso ha tenido lugar cuando dos atracadores han irrumpido en la entidad, situada en el número 3 de la calle Roger de Lluria, junto al Paseo Marítimo de Cambrils, y han exigido el dinero disponible en la oficina bancaria, en la que en ese momento se encontraban tres empleadas.


Según las fuentes informantes, una de las trabajadoras se habría negado a atender las exigencias de los atracadores y habría sido agredida por uno de ellos con un arma de fuego, y no con un arma blanca, como apuntaban las primeras informaciones. La trabajadora recibió al menos un disparo en el cuello que le produjo la muerte de forma casi instantánea, han informado fuentes próximas a la investigación.


Y me siento indignada porque hace pocas horas que esta chavala perdió la vida y ya he leído en un foro "a saber como han reaccionado". Pues si, a saber cómo reacciona uno cuando irrumpen en el lugar dónde realizas tu trabajo y te apuntan con un pedazo de pistolón y te exigen un dinero al que (en el 90% de los casos) ni siquiera puedes acceder porque está en un aparato diseñado para que salga de a poquitos y en determinadas circunstancias. Porque uno puede jurar por Snoopy que dará todo lo que lleva y dejará que el atracador se pire, pero cuando existe una amenaza real uno reacciona de cualquier manera.

Y lo sé porque hace más o menos un año eso es lo que yo hice. Me negué a dar dinero, me negué a abrir la puerta mientras encañonaban a mi compañera y todo lo que salió de mis labios en aquellos interminables minutos fue: NO; porque eso fue lo que pensé cuando el tío se subió la bufanda y me apuntó: No puedo creer que me estén atracando. Y a partir de ese momento todas mis reacciones fueron totalmente absurdas e incumplí todas las normas más elementales que se os puedan ocurrir.

Yo dije no y aquí estoy, conmovida y espantada porque mañana tendré que entrar en mi oficina a trabajar. Esa chica dijo no y está muerta. No por decir no, sino porque hay mucho hijo de puta pirado suelto. Y punto pelota.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Sobre mis muertos cae el silencio



Mi padre murió cuando yo tenía 4 años.


Nadie habló conmigo para contármelo.

Nunca.

Yo lo sabía, claro. Esas cosas se saben, pero directamente nadie se sentó a explicármelo. Nadie se tomó el tiempo para dejarme elaborar mi pérdida, mi duelo, las preguntas que sin duda tuve. Y sobre él cayó el silencio.

Así durante años pude inventarme mis historias, porque aunque sabía, no era oficial, así que bien podía decidir creer que estaba de viaje y volvería en cualquier momento; o que vivía en una realidad paralela y por eso no le veía. Aún hoy tengo como tres versiones distintas de porqué murió….no creo que pregunté más sobre el tema, no sea que haya una cuarta. Además, seamos serios…a quién le preguntaría?

Después murió mi abuelo. Dado que era más mayor y ya sabía de qué iba no hice preguntas. Esta vez si me lo dijeron. De mala manera y quién no debía pero si hubo anuncio oficial. Y también sobre él cayó el silencio espeso.



Cuando hace ya 7 años murió mi hermano me juré a mi misma que no sería así, que yo si que hablaría, que mis hijos (sus sobrinos) lo sabrían por mí, tanto daba si su edad era menor que la mía y su parentesco más lejano. A mí me lo hurtaron y yo no iba a hacer lo mismo. Hablé con ellos, incluida la pequeñina y durante un tiempo en mi casa se habló con total naturalidad de él, naturalidad aunque mi voz temblara y mis ojos se arrasaran. ..

Pero mis hijos eran pequeños y compartieron con él poco tiempo la conversación se fue apagando. Mi madre no es una opción, hace años que vive en una realidad paralelaque hace  imposible determinar que es real y qué se inventa, el tiempo ha hecho su trabajo y yo siento que el silencio cae….

O quizá no es eso. Quizá la prisa de salir de todo aquello hizo que después de atascarme un tiempo eterno en una de las fases del duelo atravesara de puntillas el resto.
Como el coronel que no tenía quien le escribiera yo, sin galones,  no tengo con quién hablar, alguien que me devuelva en forma de palabras parejos recuerdos y certifique la veracidad de los míos

Necesito recuperar a mi hermano. No el idílico recuerdo que a veces roza mis conversaciones familiares. Necesito al otro.

Necesito al canalla que me regalaba algo para luego quitármelo cuando lo había arreglado, el que pactaba un regalo común para alguien y nunca me pagaba. Necesito a ese canalla que bebía demasiado, comía demasiado, fumaba demasiado…porque él era excesivo para todo, para comer, fumar, beber y salir con mujeres (a veces con varias a la vez). Excesivo para gastar, excesivo para tomar y excesivo para dar, amar y “amigar” a sus amigos.

Necesito al joven que me dijo: Vamos a los toros. Y yo odiando el espectáculo me fui con él contenta porque así compartíamos un momento aunque ese momento me lo pasará con los ojos cerrados. Necesito a ese chaval que me invitó una noche de parranda con sus amigos y después de mucho beber, fumar y reír decidió que había que ir a ver a “su chica” y que pensé que me mataría (y le mataría) si se giraba y me descubría besándome con uno de sus amigos. Necesito al hombre que se reía de la quimio mientras desayunaba jamón y cerveza y engullía conmigo tantas tapas que cuando llegábamos a comer a casa de mi madre no podíamos probar bocado…y nos reíamos.



Él siempre está conmigo. Detrás y delante, en mi risa que es la suya, en mi mirada que es la suya, y en miles de mis gestos; pero yo llevo días buscando su rastro a trompicones, perdiendo horas de sueño, porque quiero sentir que dejó una huella no sólo en mi sino en todos a los que me consta que quiso y los quiso en exceso. En sus amigos en sus compañeros, en los que conocí y en los que no. Necesito una voz que me responda para certificarme que no lo inventé, que existió; y que sobre él jamás,  mientras uno de los que lo conoció y fue beneficiario de todos sus excesos siga vivo, caerá el silencio.

lunes, 4 de octubre de 2010

Mi papyre

                                         Os presento mi Papyre

Una vez contesté a una sugerencia para leer libros en el ordenador con una linda defensa del olor, tacto y cualidad de los libros de papel.
Poco tiempo después, tras leer mi primer libro en un lector electrónico tuve que comerme mis palabras constatando una vez más que no existen las verdades absolutas.


Mi pequeño papyre llegó a mis manos el 25 de noviembre y durante una semana más o menos anduve perdida por Internet buscando algo que leer. Cierto es que el Papyre incluía una tarjeta con 1.000 libros entre los que sin duda alguno había que me apetecía leer pero yo quería una librería virtual donde poder elegir lo que me apeteciera en cada momento. Y la encontré, claro. Un bibliotecario amigo de una amiga me pasó la dirección y desde entonces...no he parado.

La búsqueda de libros me ha dejado como regalo extra unos cuantos foros de lectores donde he descubierto libros y autores a los que sin ellos no me habría asomado.

Lo único que me preocupa es la lista de pendientes. Yo leo bastante rápido, unos dos libros cada tres semanas (más o menos, dependiendo del trabajo que tenga en casa) y aún así no he conseguido que baje de 100 títulos...y subiendo

Al poco tiempo contesté a quién me decía que el papyre sería una aventurilla sin importancia:



Va a convertirse en un amante permanente mi e-book


Uffff, un mundo a mis pies. Todos mis libros favoritos (metros de estanterías) en mi bolso.


No, no es una aventurilla, volveré a enamorarme fugazmente entre olor a tinta un par de veces al año seguro, pero chico, cuando consiga superar la sopa de letras que esos piratas manejan con enorme soltura y a mi me produce vértigo me convertiré en una yonqui total....el mundo entero en 220 gramos...


Hoy cuando ya hace 10 meses que lo disfruto puedo decir que hace unos días me compré un libro de papel. Me gustó mucho el corazón helado y al ver el nuevo de Almudena Grandes pensé que merecía la pena tenerlo en mi estantería......No me equivoqué, ahí es dónde se va a quedar el libro. En la estantería. Lo he cogido un par de veces...y allí se ha quedado

El papyre me acompaña a todas partes. No lo saco del bolso y leo en cualquier posición (lo cojo con una sola mano). Cuando empecé a ver mal este verano me limité a aumentar el tamaño de letra. Compré una luz especial para leer si me hace falta y lo cuido con todo mi amor.

Hoy lo tengo claro. Entre mi costillo y el papyre, me quedo con el papyre :-)

martes, 21 de septiembre de 2010

Bienvenidas seáis

Mis ojos están cansados. E. opina que de tanto leer, podría ser...


Sarna con gusto no pica, pienso seguir leyendo, ahora mucho más.


Bienvenida presbicia, causada según algunos por la edad, LS siempre tan amable.




Ojalá todos los cansancios tuvieran una cura tan fácil. Además mis gafas nuevas, molan como diría C.






Si alguien sabe de algunas gafas que curen los estreses laborales, los problemas del hogar o las relaciones penosas con la pareja me lo cuenten, oiga. Mientras tanto bienvenidas sean, la presbicia y la edad. El resto me sobra.

sábado, 20 de marzo de 2010

Cosas de lavida


1-Toma el libro que tengas más cerca, abre cualquier página y escribe lo primero que leas:
Mientras conduce por la ruta hacia Entre Ríos, Eduardo está muy perturbado. Todo lo que le ha contado Dolores lo ha impresionado fuertemente, pero si tuviera que buscar un punto de esa conversación en la que se sintió más tocado, fue cuando ella le contó lo de su cuñada embarazada, nunca habían tenido la menor noticia de ese bebé, ni siquiera tenían la certeza de que hubiera nacido. - A veinte años, Luz de Elsa Osorio
Me he pasado al libro digital. Hacía casi cuatro meses que no "abría un libro"...qué sensación más curiosa :-)
2-Si estiras tu brazo derecho, que tocas?
Nada, estoy en el extremo derecho de la mesa.
3-Que ha sido lo último que has visto por televisión?.
Ni idea, hace dos siglos que no veo la tele, mi marido y mi hijo la monopolizaron para usar la Xbox y la otra estaba rota...supongo que, como imágenes de fondo cualquier serie de Disney Chanel. Ahora veo series en el ordenador, lo último un capítulo de Gossip Girl (negaré de por vida que la veo, cliqué para ver un documental y me salió "eso")
4-Sin mirar que hora es?.
Las nueve menos cuarto
5-Ahora mira, que hora es?
Joer casi la clavo, las nueve menos diez.
6-Quitando la computadora, que escuchas?
Tráfico en la calle, estoy sola en casa y tengo la ventana abierta
7-Cuanto tiempo estuviste fuera el día que más tiempo estuviste en la calle/fuera de casa?
En la calle doce horas. En mi juventud se "empalmaba" la noche del Pilar, salías por la tarde-noche y volvías a casa después de desayunar chocolate con churros.....quién pillara esa energía, ahora si lo intentara me tendrían que recoger con una pala. En casa pues no me acuerdo. El mes de vacaciones, supongo.
8-Antes de estar viendo este blog, que estabas haciendo?
Una merienda tardía. Un clásico bocata de jamón en pan con tomaquet.
9-Que llevas puesto ahora mismo?
EL pantalón del pijama, zapatillas y una camisa marron estampada.
10-Soñaste ayer?
No creo. Llegué tarde y me he levantado pronto. Ni a soñar me ha dado tiempo.
11-Cuánto tiempo te estuviste riendo la ultima vez que te reíste?
Pues me reí mucho ayer noche, cenando con una amiga, pero no sé el tiempo que me reí, la verdad.
12-Que hay en las paredes de la habitación donde estás?
Un reloj de oficina/estación muy grande que me llevé del trabajo, un poster enmarcado de una peli de Mikey Mouse que trajimos de Disney el año pasado, toda una pared decorada con fotos (muchos paisajes de cuando eramos solteros y varias de los niños) y un cuadro también con fotos de los niños, las que les hace el cole de hermanos y se ve cómo van pasando los años.
13-Has visto alguna cosa extraña últimamente?
Pues si. La semana que nevó e hizo mucho frío salí a echar un cigarrito a media mañana y pasó un punki con chupa negra, cadenas, pantalones oscuros y raídos, botas militares....y una barretina catalana para abrigarse la cabeza. Ojiplática me quedé
14-Cuál es la última película que has visto?
Creo que justo antes de cualquiera de esas infantiles que hemos visto en los últimos años vi la tercera o cuarta entrega de Xmen, eso o alguna muda en blanco y negro :-D La verdad es que nunca me ha gustado ir al cine, sólo voy si me arrastra mi costillo. Yo prefiero ver las pelis en casa a mi bola
15-Si fueses multimillonario de la noche al día, que comprarías?
Nada, dejaría de trabajar y me dedicaría a ejercer de madre a tiempo completo.
16-Si pudieras hacer alguna cosa en el mundo, independientemente de la política, que harías?
Encontrar una cura para el cáncer.
17-Te gusta bailar?
Me encanta cuando me olvido que hay alguien alrededor
18-Que piensas de George Bush?
Yo intento no pensar en algunas cosas...
19-Imagina que, por reacción espontánea, tienes una niña, que nombre le pondrías?
Con mi última hija descubrí que el nombre llegaba solo, sin pensar mucho, así que sin pensar mucho le pondría Amanda
20-Imagina que, en vez de una niña es un niño, que nombre le pondrías?
Javier, también sin pensar, pero puede que en el momento deir a tenerlo descubriese que en realidad quería ponerle Carlos, o Jorge, o Manuel....Depués de Candela todo es posible
21-Te gustaría vivir en el extranjero?
Pues no, ni siquiera cambiaría de ciudad hoy por hoy.
22-Que te gustaría que te dijese Dios cuando llegues al cielo?
Adios.
No es a él a quién espero ver allí, no quiero que me entretenga.
23-Mira un objeto y describe el valor que tiene para ti
Sobre el aparador hay un marco de fotos. Guarda un momento feliz. Mi hermano con mis tres hijos en la piscina de la casa de vacaciones. Entonces no sabía que era el último verano y, bien pensado, mejor así
24-Indica el nombre de 5 blogs para hacer este meme
Conozco pocos blogs y dos ya la han hecho así que invito a Irmita a hacerlo...si me lee :-)

jueves, 4 de febrero de 2010

Para ti, para todos. Os echo de menos.

Escrito en un foro en algún momento del 2002, cuando aún estabamos todos aquí...ahora ya sois más allí.


Cuendo de pequeña me contaban esa historia con la inocencia de la infancia pensaba: ellos dirán lo que quieran, pero es una lacra, mi tío se murió borracho. Luego me consolaba pensando que al fin de al cabo no era un “tío” tío, era solo un “tío accidental” (más tarde supe que a esas cosas la gente le llama “ tío político” o “los de fuera” todavía más despectivo) porque el no era de la familia, solo era el marido de mi tía.
Lo que pasó con claridad no lo sé, pero mi “tío” no murió exactamente borracho. Él se levantó una mañana, le dio un beso a su mujer que como todas las de la época en aquel pueblo se quedaba en casa de su suegra (no porque le hiciese compañía, es que vivían allí) cuidando a sus dos hijos y se fue a trabajar. Se ve que a última hora se quedó solo y al abrir una de las cisternas del vino el vapor que se había creado en ella le mareó y se abrió la cabeza al caerse dentro...
Creo que en ese día que me contaron de niña cincuenta veces comienza mi admiración por la tía Tere, porque esa noche mientras velaban el cuerpo ella le dijo a mi padre: “Tú de verdad crees que él me ve todo el tiempo?” Y mi padre le contestó: “Claro Teresa” y ella se fue corriendo a pintarse el ojo y al volver le dijo: “Es que seguro que si me ha visto ahora está pensando que estoy muy fea” Mi padre, estoy segura aunque no lo conocí, no se lo debió tomar a mal; si algo tenemos en esta familia es un humor retorcido y negro, cuando nos toca el desespero es lo primero que nos sale.
Y fueron pasando los años y ella seguía viviendo con su suegra. De esa época sólo sé lo que también me contaron cincuenta veces, que aguantó carros y carretas, con una suegra cicatera en una casa donde no era dueña ni de las bragas que llevaba puestas. Desconozco como llegó a vivir independiente, en su pequeño negocio en la parte delantera de una casa en mitad del pueblo. Sé que a su hijo mayor lo colocó mi abuelo materno y las cosas le fueron muy bien porque curró como una bestia; el pequeño se quedó en el pueblo trabajando en la fábrica de jerséis cuyo dueño años más tarde se mató aparcando su coche en el lago al ver que tenía que cerrarla asfixiando un poco más la economía del pueblo.
Mis recuerdos comienzan en esa casa a la que se entraba por la tienda, el salón y la cocina al fondo, arriba los dormitorios y el baño. Yo atendía a la gente y al principio me hacía un lío enorme con las vueltas, al final de la estancia me encantaba mi “trabajo”. Mientras mi tía preparaba la comida... longaniza de primero, segundo y postre, acompañada de patatas un día y de tomate al siguiente. “ No es sano nenes, pero es que no me gusta cocinar”. Allí nos contaba cosas de mi padre y nos moríamos de risa, porque ella sólo recordaba los momentos buenos, y tuvieron muchos. Nosotros siempre le preguntábamos cómo le habían puesto el teléfono en casa y ese era el único momento en que se ponía triste. “ Pues lo pedí un montón de veces, porque vuestro padre estaba muy enfermo y yo me moría de la angustia. Al final recordé cuál era nuestro apellido y llamé al único de la familia que ha llegado a algo. Al día siguiente tenía la línea en casa” A nosotros siempre nos encantaba saber que realmente éramos familia de aquel señor que salía en los periódicos capaz de doblegar la todopoderosa telefónica, aunque la historia de mi padre enfermo no nos hacía gracia... muchas veces al verme en un problema he pensado si no debería llamarlo, aunque ahora aún siendo de la nobleza no sé si tendrá tanta influencia como entonces.
Atracaron dos veces en el mismo año la pequeña tienda y mi tía se acojonó. Siempre me explicó que fue por eso que aceptó la propuesta de matrimonio de aquel tímido señor de campo, pero yo nunca la creí. Festejaban en casa de su hijo pequeño el cual en privado confesaba que no le importaba que su madre volviese a casarse pasados los sesenta años y después de treinta siendo viuda, pero lo del “festejo” en el salón de su casa no lo podía soportar.
Y empezó para ella una nueva vida. Se dedicaba a “cuidar” a su marido. Sustituyó la longaniza por una interminable serie de guisos. Conejo a la cazuela, berenjenas rellenas, tall rodó... nosotros echábamos de menos su famosa longaniza con tomate. “Somos mayores nena, no nos sienta bien tanta comida” me decía; “y por qué la haces?” le preguntaba yo, “con lo bien que te quedaba la longaniza con tomate...” mi pregunta era interesada claro, nunca me supo mejor la longaniza que como la cocinaba ella y me contestaba sonriendo “pues porque le gusta a él, si no para que me iba a estar yo cocinando!!!!” Ella prácticamente nunca había salido del pueblo, con su marido viajó a Andorra a comprar chucherías, a la playa de vacaciones, al extranjero a ver jugar al Barça “ Yo sé muy bien de que equipo soy ” me explicaba mi tía periquita de toda la vida, “pero un marido es un marido y además yo solo me dedico a ir de tiendas y cuando vemos los partidos por la tele, pues mira, hago ganchillo y así no se me escapa ni un comentario”. El año pasado a mi tía le operaron de un cáncer de pecho, vinieron a Barcelona, y su marido no se movió de la habitación del hospital en los catorce días que estuvo ingresada, después iba cada día con ella en el taxi para la radioterapia, el tractor parado en el campo, igual que estaba anteayer a su lado cuando lo encontraron muerto al medio día. Salió de casa, le dio un beso a su mujer que se quedó preparando los guisos y mirando por la ventana.Me lo ha dicho mi hermano ya pasado el funeral. Al parecer a mi tía le preocupaba donde iba a dejar a la pequeña si decidía ir al entierro en el pueblo (y lo hubiera hecho, ella bien lo sabe). Es increíble la cantidad de cosas de las que me entero tarde por haber sido madre, dicen que lo hacen para no molestarme, pero a mi me parece que más que tener un hijo he ingresado en prisión, no me dejan ni moverme. Me he acordado de mi tía muerta de risa cuando me contó que para su noche de bodas (la segunda) y después de pensarlo mucho le había pedido a su hermana (rondaba los sesenta también) que la acompañara a comprarse un picardías. “No veas lo que parecíamos las dos pidiendo “esas cosas”, que nos fuimos a un pueblo en el que no nos conociera nadie. Pero nena, que esas cosas son importantes, acuérdate siempre”
Hoy he hablado con ella. Me explicaba lo cansada que estaba y lo mucho que le iba a echar de menos, para acabar diciendo. “Es increíble nena, tantos años que han pasado y es como la otra vez” No ha necesitado explicarme qué era como la otra vez, cuando mi “tío” le dio un beso para irse a trabajar y lo encontraron muerto.
PD. Se lo dedico a mi tía, con quien comparto el sentido del humor negro, la fortaleza y toneladas de mala leche. Ella nunca lo leerá porque no sabe encender un ordenador ni puñetera falta que le hace porque como ella dice siempre, “para asomarme al mundo ya tengo el sillón junto a la ventana”.