Así estoy yo...Majara perdida

miércoles, 20 de agosto de 2008

El español correcto




Hace poco me he enterado que soy amiga (¿?) del mejor profesor de español del mundo mundial, así que hago un llamamiento público para que me corrijáis si descubrís en mi blog los efectos inesperados en el lenguaje de mi catañol.




Catañol definido por mi misma para la profesora de P5 en una encuesta sobre el idioma utilizado por mi familia en el ámbito del hogar es: cuando mis hijos o yo (mi costillo jamás caería en esta vulgaridad) en lugar de saltar alegremente del castellano al catalán, hablando entre nosotros o con otros, recurrimos a una burda mezcla consistente en castellanizar una palabra en catalán y aplicarla en mitad de una frase en español o viceversa, catalanizar una palabra en castellano y aplicarla en una conversación en catalán. No debe confundirse con el chapurreao, eso es otra cosa, o con alguna palabra en fabla que se cuela por mis raíces aragonesas.




El catañol sería algo así como: "He estado limpiando las racholas (baldosas)" ó "M'he menjat un bocata (entrepá)"




Podría escribir: "Me cansé de tenerlo en casa y lo abenté (tiré)" ó "el pescado me ha salido jasco (seco)" y entonces no sería catañol sino fabla




Y luego viene un territorio pantanosos donde podría decir: "La coca-cola está esbafada (cuando pierde el gas)" y sería fabla ó "Hoy me siento esbafada(desánimada)" y no sería fabla sino catañol, una castellanización chapucera de "esbafar-se" cuya traducción al castellano es desanimarse.


También podría escribir frases como "Odio coser porque luego he de recoger las betas (hebras)" en fabla o catañolear escribiendo que "Me paso horas para ponerles las vetas (cintas para colgar) a todas las chaquetas del cole".




Como veis que yo escriba en castellano correcto es complicado... a lo mejor mudándome quince o dieciséis años a alguna otra comunidad arreglaría algo, pero lo dudo. El aragonés y el catalán forman parte de mi esencia.




Eso si, cuando digo que le quiero mucho, que le quiero siempre, no hay variación lingüística que valga. Significa exactamente ...eso...




Dudo que el profesor encuentre a menudo el camino para leerme (de español sabe un puñao, de internet no lo tengo tan claro), no obstante toda precaución es poca en esto de la corrección lingüística, así que prefiero tener tiempo de editar. Ya lo sabéis, chivaros
y este chivaros es español, catañol, o fabla? juer que lío.

martes, 19 de agosto de 2008

Turista en mi ciudad

Siempre visto más o menos igual cuando hago turismo: Pantalones cortos con bolsillos, camiseta de tirantes, abarcas y bolso diminuto+mochila al hombro ó bolso gigantescocabetodoloquemeechen... Esto en veranito claro, en otras épocas me pongo más ropa, pero la esencia es la misma; me "disfrazo" de turista.

De esa guisa aterricé el sábado por la mañana en la Plaza Roma de Zaragoza para desayunar ¡¡¡¡¡¡¡por fin!!!!!! después del madrugón y el viaje...me sentí tan...¿rara? Porque yo iba disfrazada de turista pero esa es mi ciudad....o mi "otra ciudad" o mi ciudad de origen (suena feo, eh?)

Paréntesis: es mi ciudad aunque ahora haya tenido que comprobar en google si es Plaza Roma (ahí cerquita de "mi casa") o Avenida de Roma (a tiro piedra de mi casa). Este es un tema que daría para otra entrada directamente. La confusión que siento habiendo nacido y crecido en una ciudad y viviendo plenamente integrada en otra. Cierro paréntesis


Desde el desayuno en ese bar de la Plaza Roma hasta que trece horas después que entré en la casa en la que viví y crecí me sentí así. Como fuera de lugar, me sentí rara. Zaragoza colaboró en esa sensación de extrañeza ya que a pesar de dejarme caer por allí de ciento a viento ha crecido y a cambiado tanto en algunas zonas que me cuesta reconocerla; además en pleno puente de agosto me recibió con frío (esto a veces pasa en pleno verano) y además con lluvia (eso es bastante más raro).

Visitamos en una sesión maratoniana la Expo, precursora de muchos de los cambios que vi, de la que sólo puedo decir que me gustó, que me hubiera gustado verla con más tiempo y calma y que a pesar de todas las voces negativas que escuché sobre ella (no somos nadie los ciudadanos quejándonos de lo nuestro) como yo soy, y a la vez no soy de allí (ando perdida en el limbo) me pareció muy bien organizada.

La silueta del Pilar, la única imagen que reconocería en cualquier situación aparecía de vez en cuando para recordarme que a pesar de los pantalones cortos, la camiseta, las abarcas, el bolso y la mochila, yo no era del todo una turista, una guiri más, yo era una turista en mi ciudad.

Hicimos bastantes fotos. Las cámaras se las llevó mi familia, que aún sigue de vacaciones, así que no hay documento gráfico....de momento....